viernes, 20 de junio de 2014

LA MUJER ROTA.
Simone de Beauvior.

En algún momento al leer este libro, sentí la sensación de irme involucrando poco a poco en los cuestionamientos que me iba encontrando en cada línea.
Ver la atmósfera en la que se encontraba la protagonista hace notar lo importante en el mirar cada situación de un modo distinto. Tratar el tema de la desolación, la angustia, cada cuestionamiento en cada auto reproche, la sensación de lo rápido que pasa la vida a para muchos por un costado.
Ver que una mujer un día descubre que ya no es la misma, que su marido no es el mismo, que su matrimonio por lo tanto ya no es el mismo. Me hace pensar la delicadeza que es llevar una vida armoniosamente consiente de que el tiempo es algo no renovable y que los momentos, por pequeños que parezcan, tienen que ser aprovechados y tomados en cuenta.
Muestra la forma en como de acostumbraron a todo, incluso a que los días solamente pasaran sin darse cuenta que el reloj sigue su marcha y no se detiene. Ye el darse cuenta tan tarde, que es difícil de reparar lo que se ha perdido, y no poder hacer nada ya.

Qué difícil es saber que lo que un día estaba en tu interior y que fue producto del amor, se vaya de las manos simplemente asi, cuando la muerte se hace presente inesperadamente y peor aun de forma trágica.. Que difícil resulta saber que ese amor que se supone es para siempre, simplemente va gastándose y en caída libre, creando una terrible insatisfacción. Claramente muestra la forma en como es ella misma víctima de la vida que ella misma eligió. Esa dependencia a su esposo que al final la despojo de todo incluso de su ser mismo.
Ver tanta desgracias me hace reflexionar sobre la existencia de nosotros como seres sintientes, de como es importante apartarnos de nuestros miedos que provocan que la vida corra mas rápido de lo que parece. Al parecer estas lineas escritas, es en algún momento copia de lo que en vida paso Simone, De aquí el éxito tal ves de tan importante libro, tal ves por el poder de identificación que se tuvo en un  momento en donde la mujer era reprimida en sus sentimientos y no tenia una alternativa de sacudir todo lo guardado en su alma, o simplemente desorientada en una sociedad, y en contra del pensamiento cerrado del hombre.

EXAMEN. -CRONICA-

QUE RAZÓN TIENE SIMONE.

Por: Moisés Flores.

En ocasiones despierto con unas ganas de salir corriendo de aquí, de esta casa llamada hogar, y es que, me pregunto si verdaderamente a esto se le llama hogar, o saber ¿cuál es la diferencia entre una y otra? Quisiera saberlo ya, pero mejor me retiro de aquí y me voy a leer un poco para distraerme de estos pensamientos que se cruzan en mí. Tomo mi mochila que esta sobre el sillón, porque sé que tengo cosas de tarea que hacer y que por cierto, voy atrasado en algún tema que ciertamente lo hare, tratando de quitarme este sentimiento que claustrofobia que no me deja en paz.
Son casi ya las del día y camino al bosque me estoy dando cuenta que no he desayunado. Me estaciono en la primera tienda de “conveniencia” que se me cruza en el camino. Y ya, con un rico yogurt y un pastelito y por supuesto, sin que falten mis chicles, me dirijo más tranquilo a mi destino. ¡Tengo que tomar aire ya!
Ya estoy aquí, al parecer este rico vientecito me da la bienvenida, el único inconveniente, es que el pasto esta húmedo y yo con mi pantalón blanco. Ni modo, de cualquier forma se tiene que lavar. Ya cómodo en este bello ambiente, abro mi laptop inserto esta memoria, que ojala y no me falle hoy, si no, quien sabe que pueda pasar. Que afortunado, hasta ahorita todo bien, nada falla, y el tema, pues me parece interesante. De vez en cuando, necesitamos ver que nuestros problemas no son tan exclusivos, que todos en algún momento tenemos o pasamos por crisis, y vaya que es atinada está siendo esta salidita, y estar leyendo que en algún momento la gente se pregunta ¿Cuál es el destino de la vida? Ver que llegamos a una edad en la que los pensamientos van más allá incluso, mas alla de cualquiera de mis problemitas, es de risa que de repente reflexione sobre las cosas que me suceden, al fin y acabo, creo que no pasa nada, de alguna u otra forma tengo que tropezarme de vez en cuando, si no, ¿Qué chiste tiene esta vida? Y es que como lo estoy leyendo, la edad es importante para darnos cuenta de muchas cosas como es por ejemplo, esta salidita, agarrar de repente mi mochila y salirme dejando atrás tantas cosas que tengo que hacer para hoy. Que afortunado tener las posibilidades de salir un poco de esa rutina que afecta tanto,  como precisamente lo estoy leyendo, y yo a mis treinta tantos, tengo la dicha de poder disfrutar muchas emociones, que tal vez una persona adulta ya sin motivaciones, o simplemente por falta de ganas o salud que impiden a hacer lo que se quiera.
Con cuantas cosas nos sentimos tan apegados, a veces por el tiempo, en ocasiones hasta por las ropas, y yo sin darme cuenta llevo ya tres horas aquí  acostado, y ahora entiendo por qué tengo el tenis puesto aún, si ya me están apretando. Aflojando las agujetas para sentirme más cómodo, se me olvidaba que un chicle me espera ansiosamente en la bolsa del pantalón, y mi vejiga me reprocha que necesita de urgencia el primer árbol frondoso y cercano. Justo aquí, hay muchos así aun, y yo solo aquí, pues qué más da, total, el pasto esta mojado.

Creo que ya va siendo hora de partir de aquí, ya casi son las seis y  mi estómago reclama algo así como un rico caldito de hongos y un cafecito caliente, después tal vez me dirija a… No lo sé.